viernes, 31 de agosto de 2007

Matrimonio viejo


Publicar algo una vez a la semana parece cuestión de matrimonio de más de una década. O de menos pero con más hastío.
No es que las relaciones personales me parezcan tan depresivas, sálveme dios (con minúsculas, que desde hace tiempo no se merece otra cosa), es sólo la vena realista que me salta de vez en cuando.
Vamos, que últimamente sólo vengo aquí cuando dibujo algo. No estaría mal si dibujara más a menudo pero es lo que tiene la tensión baja. Aunque quizás es que siempre he pensado que importa más lo que hago que lo que soy.
¡Qué tarde es! Desvaríos los precisos.
Este es casi un dibujo de encargo, porque debería hacer unos cuantos y porque la idea estaba ahí desde hace mucho tiempo. De hecho era una idea para un comic, pero me da pereza dedicarle varias semanas para que luego sea pasto de psicoanalistas freudianos.
Bueno, que eso es lo que hay, voy a ensobrarme.

jueves, 23 de agosto de 2007

Lluvia


Hoy casi parecía otoño, la estación con rima consonante.
Nubarrones, fresquito, olor a mojado. Después ha salido de nuevo el sol y se ha ido todo a tomar por saco, pero durante un buen rato me he sentido de vuelta a la rutina: días unos detrás de otros que parecen el mismo, martes noche de House, proyectos que se comenzaran siempre mañana, mantita en el sofá, mirar a las montañas como si nunca hubiésemos tenido playa...
Me he sentido bien.
El siglo pasado, jugando entre amigos, nos preguntamos qué animal nos representaba. Yo lo dije sin pensar 'un oso'. Todo el mundo estuvo de acuerdo conmigo. Y es verdad que lo de hibernar me va. Lo de parecer entrañable de lejos y resultar una bestia feroz de cerca ya es otro cantar. Seguramente también (premio de lotería dilapidao en sillas de ruedas para el primero que esté de acuerdo).
La cuestión es que comienzo a pensar en las campañas de Navidad (deformación profesional), en plantearme que debería apuntarme a un gimnasio, en pensar en un montón de desayunos con los compañeros del trabajo, en que me hago un poco más viejo. En que después de tantos años, resulta que septiembre sigue siendo un nuevo curso.
Seguro que me queda alguna.

martes, 21 de agosto de 2007

Era de esperar


A ratos no me parece haberlo hecho yo. A ratos lo odio profundamente.
Bueno, el siguiente será diferente, o no.

sábado, 18 de agosto de 2007

Cariño y cuidaíto



De tanto obligarme casi le había cogido asco a eso de dibujar.


Por suerte, en ocasiones, la materia nos puede. Hacemos cosas sin que el cerebro se de cuenta, o sí se da pero no intenta controlar.


Total, que estoy metido en una de esas historias que después se recuerdan con cariño. En parte por volver a hacer garabatos, en parte por volver a darme cuenta de que puedo hacer lo que quiera, en parte por descubrir que realmente puedo hacerlo, en una gran parte porque sin un lápiz (algo que manche) en la mano soy menos yo.


Y, sobre todo, por saber que a estas alturas consigo, a medias, controlar. Tener la paciencia suficiente como para tener una idea, hacer un boceto, documentarme, ponerlo a lápiz.


Y luego calcarlo para pasarlo a tinta, pensando en que voy a meterle color.


Y encima seguir teniendo ideas y cambiar lo que haga falta, desde el motivo hasta el título.


Disfrutar.


Ya tengo casi terminado el color, pero esa es otra historia. Este dibujo, después de terminarlo, me va a gustar.

domingo, 12 de agosto de 2007

Señales


Bueno, vale.


Me he pasado ya demasiado tiempo pensando si sigo el blog o no. La verdad es que no lo he pensado, lo había dejado y punto.


Y mira que hace ya algunas semanas al abrir una bolsa de picos me encontré con una señal divina: Santa Arroba de Pan. Una señal inequívoca de que debo seguir poniendo cosas en este Internet de los cojones (claro, que lo malo de las señales es interpretarlas, cualquier otro habría decidido que el cielo le empujaba a chatear a ver si se busca novia).


El caso es que he visto una arroba, y la arroba es Internet. Entre eso y una necesidad imperiosa de dibujar para no hacer el ridículo (que explicaré dentro de unas semanas)...he vuelto.


¡Arrepentíos pecadores!


Por cierto, estamos en feria y estoy de rodríguez. ¡Cervecitas, cervecitas! Poned el día y yo pongo los desmayos.